Los caballos son seres inteligentes y altamente sensibles; captan fácilmente la información del entorno y leen hábilmente nuestras emociones e intenciones y las expresan a través de su lenguaje corporal.
A través del vínculo con caballos en libertad, aprendemos a conocer y regular emociones, comportamientos y creencias limitantes que bloquean nuestra productividad.
Interactuar con caballos pie a tierra, propone un desafío, potencializa el pensamiento creativo y genera cambios que fortalecen el liderazgo y el entendimiento entre los equipos de trabajo.